Si te preguntas cómo hacer mantenimiento de piscinas cuando algo no va bien, o necesitas un tratamiento piscinas específico para un problema concreto, has llegado al lugar indicado.
Más allá del mantenimiento de mi piscina rutinario, surgen desafíos. Te ayudamos a identificar y solucionar los inconvenientes más frecuentes del agua en tu piscina
Agua de Piscina Verde
Si el agua de tu piscina está verde y se parece más a un estanque que a un oasis, es casi seguro que tienes una invasión de algas. Estas suelen aparecer por falta de cloro, un pH desequilibrado o un sistema de filtración ineficiente. Puedes identificarlo fácilmente: el agua tiene un tono verde, que puede ir desde un verde claro hasta un verde muy oscuro, y al tocar las superficies de la piscina, estas se sienten resbaladizas.
La solución es directa y requiere constancia. Primero, ajusta el pH de tu piscina; es crucial que esté entre 7.2 y 7.6 para que cualquier otro producto químico funcione. Luego, cepilla enérgicamente todas las paredes, el fondo y las escaleras para desprender las algas adheridas. Después, aplica una dosis alta de cloro de choque (supercloración) al anochecer, siguiendo siempre las instrucciones específicas de tu producto. Complementa este paso añadiendo un producto algicida potente. Finalmente, deja la depuradora funcionando sin parar durante 24 a 48 horas, realizando contralavados frecuentes. Cuando veas las algas muertas asentadas en el fondo, aspíralas directamente al desagüe para sacarlas de la piscina.
Agua Turbia o Blanquecina
Si tienes agua turbia de piscina o notas que se ve agua blanquecina, esto indica la presencia de partículas muy finas en suspensión que tu filtro no logra retener. Las causas pueden ser variadas, desde suciedad microscópica y acumulación de cal hasta un filtro sucio o un desequilibrio en los parámetros del agua. Lo notarás porque el agua se ve opaca, lechosa o nebulosa, y te costará ver el fondo de la piscina con claridad.
- Comienza por un análisis completo de tu agua.
- Mide el pH, la alcalinidad total (idealmente entre 80-120 ppm) y la dureza cálcica. Si alguno de estos valores está desequilibrado, corrígelo.
- Revisa el filtro: Para conseguir un agua cristalina, es fundamental que el filtro esté siempre limpio. Para ello, debes realizar un contralavado y limpiar el prefiltro regularmente.
- Usa un floculante, también conocido como clarificador de agua. Este producto agrupa las partículas diminutas, haciéndolas lo suficientemente grandes para que el filtro las atrape o para que se asienten en el fondo.
- Aplica el floculante según las instrucciones, deja reposar el agua apagando el filtro por unas horas (4-8 horas) para que todas esas partículas se asienten.
- Aspira el sedimento directamente al desagüe y vuelve a encender el filtro hasta que el agua recupere su brillo.
Olor a Cloro Fuerte y Ojos Irritados
Contrario a lo que muchos piensan, un olor fuerte a cloro y la irritación en los ojos no significan que haya demasiado cloro libre en tu piscina. De hecho, es todo lo contrario: indican una acumulación de cloraminas. Estas se forman cuando el cloro reacciona con residuos orgánicos como sudor, orina o lociones corporales, y en ese proceso, el cloro pierde su poder desinfectante.
Para confirmar esto, mide tus niveles de cloro. Si el cloro total es significativamente mayor que el cloro libre, tienes un problema de cloraminas. La solución más efectiva es una supercloración (un choque de cloro). Aplica una dosis extra de cloro (si es posible, uno sin estabilizante) durante la noche. Esto ayudará a “romper” esas cloraminas y a eliminarlas de forma segura. Después, mantén la bomba funcionando hasta que el olor disminuya y los niveles de cloro libre vuelvan a la normalidad.
Saber cómo hacer mantenimiento de piscinas en casos de problemas específicos te ahorrará tiempo, frustraciones y dinero. Sin embargo, recomendamos dejar el trabajo en manos de profesionales. Contratar una empresa para realizar el mantenimiento de tu piscina es tu mejor opción para asegurarte que siempre esté limpia
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